Después de casi 7 años de la tragedia en Fundación, Magdalena en la que fallecieron calcinados 33 niños, los condenados por este hecho pidieron perdón a los familiares de las víctimas que murieron en este triste sucedo.
Jaime Gutiérrez Ospino, el conductor del vehículo y Manuel Salvador Ibarra, guía espiritual de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, demostraron su arrepentimiento por los hechos sucedidos en mayo del 2014, luego que un bus que no contaba con SOAT ni con tecno mecánica se incendiara y fallecieran los menores que se transportaban en el, hecho que enluto a todo un país y sigue vivo en la memoria de los habitantes de Fundación.