Una tradición donde son víctimas los animales mamíferos acuáticos, se trata de una caza de Grinddráp, en donde cada año acaban con la vida de miles de animales como la ballena y el delfín en la práctica que consiste en rodear a los cetáceos con barcos en la bahía y una vez que se encuentran acorralarlos en las orillas del mar, son sacrificados por los pescadores con un cuchillo.
Fueron más de 1428 delfines atlánticos (Leucopleurus acutus) los que quedaron tendidos sin vida en la orilla de Skálabotnur, la organización ecologista internacional Shepherd, difundió fotografías de estos animales creando una controversia a nivel mundial por las practicas crueles que desarrollan.