Dos jóvenes de 12 y 18 años fueron entregados a las autoridades por el dueño de un establecimiento en el Norte de Santander, luego de que por medio de un video de seguridad se dieran cuenta que ingresaron a robar.
Poco tiempo después aparecieron muertos en el barrio Largo, en la vía que conduce el municipio del Catatumbo, con varios tiros en su cabeza y con carteles con el descalificativo de «ladrones».
La ONU pidió a las autoridades esclarecer lo sucedido.