La Catedral de Santa Marta, en pleno centro histórico, se encuentran ocupadas por vendedores ambulantes que expenden todo tipo de mercancías.
La situación ha encendido las alarmas en la administración distrital y en especial en la Secretaría de Gobierno con su Unidad Defensora del Espacio Público (Udep) toda vez que se están generando trastornos en la movilidad a los transeúntes quienes no tienen otra opción que caminar por la calzada vehicular exponiéndose ante el flujo de los automotores.
Y es que prácticamente los andenes que están en el área que circunda a la emblemática Catedral Basílica, justo al frente del renovado teatro Santa Marta, se encuentran ocupados con puestos de venta de ropa, calzado, gafas, accesorios para celulares y muchos artículos más.
El panorama no es muy alentador ya que parece un ‘mercado persa’ con puntos de venta o tenderetes en donde los vendedores anuncian sus mercancías para atraer a la clientela generando incomodidades al comercio formal ubicado sobre la Avenida Campo Serrano.
Otra situación deplorable lo representan los malos olores que se expelen desde las escalinatas y muros exteriores de La Catedral ya que algunas personas en condición de calle han tomado ese lugar para realizar sus necesidades fisiológicas sin importar que se trata de un sitio de interés religioso, histórico y turístico.