El sargento segundo Sandro Pérez explicó que él creó un plan para llevar jóvenes desde Bogotá a Norte de Santander y hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate.
El sargento segundo Sandro Pérez, un suboficial de inteligencia del BISAN, aceptó haber asesinado civiles y se calificó a él mismo como “un monstruo para la sociedad”.
Explicó que, en parte, esto se dio por las presiones de los altos mandos.
Este miércoles, en Ocaña, Norte de Santander, se están realizando las audiencias de reconocimiento de 10 militares que aceptarán haber participado en casos de falsos positivos durante 2007 y 2008, ocurridos en este departamento.
“Por la falta de resultados y por la presión yo hice una oferta criminal y tomé contactos con gente en Bogotá y logramos que llegaran jóvenes a Ocaña, yo lo planeé, planeé cómo comprar los pasajes y cómo presentarlos a los militares para que jóvenes con sueños fueran asesinados a sangre fría. Realicé documentación falsa y les quité la identidad para hacerlos pasar por NN”.
“Ustedes son unos fríos sin corazón, solo Dios los va a perdonar, porque yo no. Entreguen a los altos mandos y a los creadores de todo esto, Uribe y Santos», les dijo Anderson Rodríguez, familiar de una víctima de ‘falsos positivos’.