Sin embargo, la menor murió minutos después de que la trasladaron al hospital.
¿De la muerte a la vida?, el aterrador momento lo vivieron los familiares de Camila, como fue identificada la menor de tres años, cuando en medio de su funeral y en medio de las lagrimas de su madre abre sus ojos con movimientos fuerte para intentar salir del ataúd.
La madre de la niña, Mary Jane Mendoza, quien se percató del hecho decidió rápidamente llevarla al Hospital Comunitario del municipio Salinas, ubicado aproximadamente a 40 kilómetros del pueblo en el que la familia vivía, La Herradura.
De acuerdo con el testimonio de la mujer, días a tras la niña venía presentando vómito, fiebre y diarrea por lo que decidieron llevarla a un centro de urgencias, en donde le conformaron días después que su hija había fallecido.
“Cuando agarré su cuerpo, la niña me abrazó y yo le dije al doctor que seguía viva, pero él me contestó que la soltara y me sacó para esperar el certificado”, relato a medio internacionales la mujer
Los familiares aceptaron la dictamen del médico y realizaron el respectivo velorio, cuando en medio de las lagrimas, la madre se percató que el vidrio del ataúd estaba empañado como si su hija estuviera respirando, segundos después la pequeña abrió los ojos.
Pero esta momento en el que su hija supuestamente había regresado de la muerte duró poco, pues la menor no logró sobrevivir, al parecer, su último certificado afirmaba que había muerto por edema cerebral, falla metabólica y deshidratación.