Nuevamente la desazón y el pánico se apoderó de los habitantes del corregimiento de Guáimaro en el municipio de Salamina por que la erosión producto de los embates del río Magdalena amenaza con derrumbar unas 500 casas.
De acuerdo con la voz de alerta de la comunidad, son unas cinco mil familias las que se verían afectadas si continúa el vertiginoso crecimiento de la principal arteria fluvial del país, que ya se encuentra a escasos 500 metros del casco urbano de la población.







