En una apuesta de ser agente de transformación desde la perspectiva del desarrollo sostenible, la Universidad del Magdalena fue sede de un diálogo con más de 160 personas centrado en recopilar aportes para construir procesos de transición energética justa en el Caribe colombiano.
El Ministerio de Minas y Energía escogió a Unimagdalena para escuchar a mujeres y personas diversas del corredor minero-energético de Cesar, La Guajira y Magdalena, sobre su papel en la producción, distribución y consumo de energía, así como en la transición a modelos sostenibles.
Se realizaron seis mesas de trabajo en torno a cinco objetivos, haciendo un especial énfasis, desde tres ejes intersectoriales, en el diagnóstico de la situación actual de estos grupos poblacionales vinculados al sector y la identificación de perspectivas e iniciativas del contexto territorial.
Con los resultados del diálogo, el Ministerio de Minas y Energía elaborará una línea base y construirá una hoja de ruta para definir mecanismos regulatorios y legislativos en aras de que las decisiones alrededor de la transición energética en Colombia incluyan el enfoque de género.
“Tenemos una visión y expertos trabajando, pero no es suficiente. Necesitamos ir al territorio y consultar con las comunidades para construir en conjunto (…) la sistematización de estos insumos cobrará vida con un enfoque de género”, expresó Johanna Castellanos, líder del equipo de Transición Energética de Minminas.
Desde la comunidad Wayuú de La Guajira llegó Yenilin Lubo, una joven que tomó la vocería para exponer la cosmovisión de las mujeres de su etnia y encontrar alternativas y propuestas que les permitan adaptarse y mitigar los impactos que genera la transición energética.
Yenilin afirmó que el diálogo en Unimagdalena fue un gran paso para ser escuchadas, pues las mujeres de la comunidad Wayuú de Tekía, área de explotación minera y zona de influencia de proyectos eólicos, extraen la energía hacia diferentes lugares y no reciben beneficios por ese trabajo.