La iniciativa “Vías de Vida” nació como una respuesta colectiva de los habitantes de los pueblos palafíticos ante las crecientes dificultades para acceder a servicios básicos de salud, educación y transporte. Mientras las autoridades ambientales avanzan en estudios y pruebas piloto, las comunidades de Nueva Venecia y Buenavista, en la Ciénaga Grande de Santa Marta (CGSM), decidieron actuar por cuenta propia para abrir canales de navegación que garanticen su movilidad.
La obstrucción de las rutas fluviales por la acumulación de plantas acuáticas, como la hydrilla y el buchón, ha limitado el paso de embarcaciones utilizadas para la pesca artesanal, el transporte escolar y los traslados de emergencia. A pesar de los esfuerzos institucionales liderados por Corpamag, Invemar y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, los pobladores aseguran que las soluciones estructurales aún no se han implementado, lo que los llevó a emprender una acción comunitaria urgente.
Bajo la coordinación de la organización Ciénaga Mágica, integrada por agencias turísticas que operan en la zona, se adelanta una jornada de limpieza manual para habilitar canales temporales que permitan el paso de canoas, personal de salud y docentes hacia municipios cercanos como Sitionuevo, Barranquilla, Tasajera, Ciénaga y Santa Marta. Según los organizadores, el objetivo es mantener la movilidad mientras las autoridades adoptan medidas definitivas que garanticen el bienestar de las comunidades.
Las agencias turísticas han contribuido históricamente al fortalecimiento social de estas poblaciones mediante donaciones de útiles escolares, jornadas de salud, actividades recreativas, apoyo a artistas locales y reparaciones de infraestructura comunitaria, como puentes, fachadas y espacios deportivos. Parte de estos aportes se financian con recursos del turismo de cruceros y contribuciones a Fontur.
Durante la jornada “Vías de Vida”, los habitantes de Nueva Venecia y Buenavista aportaron alimentos, materiales, herramientas, mano de obra y sus propias canoas para remover la vegetación. La convocatoria se extendió a comunidades vecinas de Ciénaga, Puebloviejo, Tasajera, Sitionuevo y Barranquilla, con el propósito de sumar esfuerzos y recuperar los canales de navegación que sostienen la vida cotidiana de los pueblos palafíticos.
El llamado de las comunidades es claro: mantener la movilidad fluvial es vital para la supervivencia, el trabajo y la educación en la Ciénaga Grande, un ecosistema que continúa siendo símbolo de resiliencia y unión entre sus habitantes.







