Los vendedores informales del Centro Histórico de Santa Marta, golpeados seriamente por la cuarentena a que ha obligado la pandemia del coronavirus, hoy reclaman solidaridad ante un nuevo enemigo, la Unidad Defensora del Espacio Público, los ciudadanos piden al gobierno comprenda su crisis y que su salida a la calle es en busca del sustento diario porque el apoyo recibido, nunca fue suficiente.
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