“El día de morirse es uno solo”: fue la frase que enfureció a una mujer usuaria del transporte público cuando le pidió al conductor del bus donde se transportaba que bajara la velocidad.
La ciudadana en repetidas ocasiones le sugería al conductor del SETP que manejara a una velocidad normal, ya que si se la atraviesa un niño no podría detenerse y evitar una tragedia, pero este hacía caso omiso y lo que le respondía era que si al niño le tocaba morir no podía hacer nada porque sencillamente “El día de morirse es uno solo»»