Un tanto de Jefferson Lerma es suficiente para despedir al ‘Loco’ Bielsa y la ‘Garra’ del título del certamen continental.
El conjunto colombiano venció de manera agónica por 1-0 a Uruguay en lo que fue un partidazo, quizás el mejor y el más dramático dentro de lo que va del magno certamen continental, en un duelo que se ha saboreado por muchos y que se hace realidad, a pesar de que la ‘Locura’ de Bielsa se despide en lo que bien pudo ser también una Final para la historia.
Colombia libró la más dura de sus batallas para meterse en la final. Se sabía que no iba a ser un partido cómodo, y no lo fue. Desde que rodó la pelota los jugadores de Colombia miraron a los ojos a esos rivales a los que iban a vencer con hazaña.
Un primer remate de Jhon Arias fue para calentar la pólvora. Un cabezazo de Muñoz fue para ganar confianza. Colombia crecía con su orden, pero al primer descuido sufrió la furia de Darwin Núñez, que aprovechó el despiste de Cuesta y metió un remate que solo el viento, con algo de suerte y uno que otro rezo, hizo que la pelota acariciara el palo. Los defensas de Colombia se miraron y respiraron hondo, uff, no había pasado nada, pero minutos después Núñez pateó otra vez, y luego una vez más, y lo que empezó como susto ya era una alarma.
Entonces James dio el paso al frente, ¿cómo estás, pierna?, le preguntó a su zurda que andaba muy cómoda, y la pierna le respondió con un centro al área donde Jhon Córdoba alzó el vuelo y en un movimiento de torbellino mandó la pelota cerca, tanto que un grito tímido de gol sonó en las tribunas.
En medio del fragor del medio campo, donde había fuego cruzado, empezaron los golpes brutales, patadas a Ríos, a Mojica; los uruguayos pegaban y pegaban duro, aunque el primero en caer fue de ellos, Bentancur, que se fue lesionado.







