El pasado domingo, 20 de abril, el programa de Noticias Uno que se emite por Cablenoticias y plataformas digitales, reveló una información que estremece al país.
El periodista Omar Alejandro Hernández hizo pública una decisión judicial que compulsa copias para que Lucho Herrera, llamado ‘el jardinerito’, la gran gloria del ciclismo nacional, sea investigado por los delitos de desaparición forzada agravada y homicidio agravado de cuatro campesinos que eran vecinos de finca del deportista en Fusagasugá.
Las hazañas deportivas de Lucho Herrera llenaron de gloria a Colombia en la década de los 80’s cuando el narcoterrorismo de Pablo Escobar azotaba al país.
Recuerdo las lágrimas de tantos colombianos cuando cayó en la vuelta a Francia, pero haciendo gala de un coraje único se levantó y pedaleó ensangrentado para ganar la etapa de Saint Etienne; o cuando ganó la vuelta a España.
Sin embargo, lo de hoy no tiene que ver con gloria, sino con muerte, con codicia, con horror y está documentado judicialmente.
Tres paramilitares aseguran que Lucho Herrera acordó con un grupo criminal la desaparición y el asesinato de unos campesinos, todos vecinos suyos, señalándolos como milicianos de las Farc, pero, de acuerdo con el testimonio de los implicados, no eran guerrilleros. El verdadero propósito del crimen era despojar de sus tierras, de sus pequeñas propiedades a las víctimas y a sus familias.