En una nueva revelación exclusiva, Noticias RCN ha tenido acceso a evidencias que exponen el macabro «plan pistola» orquestado por el Clan del Golfo en al menos seis regiones del país. Se trata de un operativo terrorista que ha desatado una ola de violencia contra la Fuerza Pública, poniendo en evidencia la gravedad de la situación de orden público en diversas zonas.
Los audios obtenidos por inteligencia militar a través de interceptaciones telefónicas son escalofriantes. En una de las grabaciones, un sicario transmite sus instrucciones con frialdad: “’Tombo’ (policía) que coja a quemarropa, manito. ‘Tombo’ que va a ser difunto mío”, dando cuenta del desprecio absoluto por la vida de los uniformados.
Los sicarios no solo se muestran despiadados, sino también burlones, como lo demuestra otra conversación en la que se menciona cómo atacan las estaciones de policía: “Sabes que en las estaciones siempre hay policías. Los hostigamos con unos R15, con tres R15 hostigamos la estación de policía y dos granadas. Después corran rápido porque lo que les viene es mucho plomo.”
Además de los audios, se tuvo acceso a documentos reservados que detallan el monto que el Clan del Golfo paga por ejecutar un atentado: tres millones de pesos por un ataque, 15 millones de pesos por abatir a un policía y hasta 20 millones de pesos si se trata de un oficial de alto rango. Esta información subraya la perversa lógica detrás de los crímenes que cometen.
El general Carlos Fernando Triana, director de la Policía, señaló que las autoridades están reforzando sus capacidades y la inteligencia en las zonas más afectadas, agradeciendo a la comunidad de estas regiones que ha aportado valiosa información para contrarrestar estos ataques.
La revelación de estos audios y documentos confirma el nivel de violencia y la organización detrás del Clan del Golfo, un grupo armado ilegal que sigue sembrando el terror en varias partes del país. La situación de orden público en esas zonas se agrava con cada día que pasa, aumentando la preocupación de las autoridades y la sociedad.
