Según versiones preliminares, los atacantes portaban fusiles de largo alcance y abrieron fuego contra la unidad policial. La rápida y firme reacción de los uniformados permitió contener el ataque sin que se registraran heridos. No obstante, los hechos provocaron una oleada de pánico en la comunidad, que vivió momentos de incertidumbre ante la intensidad del enfrentamiento.
En audios que circularon en redes sociales y grupos de mensajería, se escucha a uno de los policías solicitar apoyo desesperadamente: “No nos deje morir, mi coronel. Son como diez, no nos deje morir, mándenos lo que sea, el Ejército”, se oye decir entre gritos y sonidos de disparos.
Desde la estación central, mandos superiores exhortaban a los agentes a mantener la calma y resistir hasta la llegada de refuerzos militares, en un intento por preservar la seguridad y el orden en la zona.
Este nuevo hecho violento se suma a recientes ataques armados registrados en Monterrubio y El Retén, donde patrullas de la Policía también fueron blanco de acciones similares mientras cumplían funciones de vigilancia. Situaciones de esta índole se han repetido en otras regiones del Caribe colombiano, así como en departamentos como Norte de Santander y el sur del país, en las últimas horas.
Las autoridades atribuyen estos atentados al denominado ‘plan pistola’, una estrategia delictiva implementada por el Clan del Golfo con el objetivo de intimidar a la Fuerza Pública y recuperar el control sobre territorios estratégicos para sus operaciones criminales.