Un inesperado aguacero sorprendió a samarios, residentes y turistas en Santa Marta, marcando el inicio de agosto con un respiro frente a la intensa ola de calor que ha azotado a la ciudad en los últimos días.
La lluvia, que comenzó desde la zona rural —especialmente en el corregimiento de Minca—, se extendió hacia sectores como Bonda, Once de Noviembre, Ciudad Equidad, El Cisne, El Yucal, La Bolivariana, Mamatoco, Ciudad del Sol, Bastidas y muchos más. En total, más de 50 barrios populares se vieron afectados, algunos sin servicio eléctrico debido a labores previamente programadas por la empresa Air-e.
Aunque muchos recibieron la lluvia como una bendición, el aguacero también trajo consecuencias: calles anegadas y problemas en la movilidad vehicular. A pesar de las complicaciones, el aguacero fue aprovechado por varios sectores para limpiar techos, calles y avenidas principales, dejando un contraste entre el alivio climático y los efectos del mal estado de la infraestructura urbana.







