La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció este lunes que el Departamento de Justicia abrió una investigación activa sobre los denominados “puentes aéreos”, mecanismos utilizados por narcotraficantes para transportar cocaína, heroína y fentanilo desde Venezuela y otros países de América Latina hacia suelo estadounidense.
Según explicó la funcionaria en una rueda de prensa, estas rutas clandestinas han sido claves en la operación de redes criminales con nexos en el régimen de Nicolás Maduro. “Pagan a funcionarios del Gobierno, pagan a la gente. Pagan a agentes del orden en sus países para que ignoren eso y los dejen volar sin ser detectados. Estamos investigando todo eso. Lo estamos investigando en varios países”, afirmó.
Bondi subrayó que el uso de estas rutas constituye una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos, dado que involucra tanto el tráfico de drogas ilícitas como la corrupción institucional en países de tránsito. De acuerdo con la fiscal, los narcotraficantes utilizan aviones pequeños que despegan de pistas clandestinas o con permisos irregulares, logrando eludir controles aéreos gracias a sobornos a funcionarios públicos y miembros de fuerzas de seguridad.
Caso ‘Mayo’ Zambada y repercusiones regionales
El anuncio del Departamento de Justicia se produjo pocas horas después de que Ismael ‘el Mayo’ Zambada, cofundador del Cartel de Sinaloa, se declarara culpable de dos cargos de crimen organizado en una corte federal de Nueva York. El narcotraficante de 77 años admitió haber dirigido operaciones de tráfico de drogas durante más de cinco décadas y reconoció el pago sistemático de sobornos a políticos, policías y militares en México.
Zambada fue capturado en julio de 2024 tras arribar en un vuelo procedente de México junto a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Ahora enfrenta una posible cadena perpetua, aunque su cooperación con las autoridades estadounidenses podría influir en la sentencia. El juez Brian Cogan fijó la audiencia de condena para enero de 2026, fecha en la que se evaluará el alcance de la información que aporte a cambio de eventuales beneficios judiciales.
Bondi calificó la confesión de Zambada como un “hito en la estrategia antidrogas” de Washington, ya que revela la dimensión de las redes de corrupción que permitieron al Cartel de Sinaloa operar impunemente por décadas.
Advertencia a los carteles y a Maduro
Durante su intervención, la fiscal general fue enfática en señalar que la administración estadounidense no detendrá sus esfuerzos hasta desarticular las principales estructuras del narcotráfico regional. “Bajo la dirección del presidente Trump, seguiremos luchando hasta que todos los jefes de los carteles estén tras las rejas, en suelo estadounidense y en prisiones estadounidenses de por vida”, aseguró.
Aunque no mencionó directamente acciones judiciales inmediatas contra Nicolás Maduro, Bondi dejó entrever que las investigaciones podrían comprometer a altos funcionarios venezolanos, señalando que el régimen facilita el uso del espacio aéreo y de la infraestructura del país para favorecer a organizaciones criminales.
Una ofensiva en expansión
El anuncio refleja una intensificación de la política antidrogas de Estados Unidos en la región, que busca no solo capturar a los líderes visibles de los carteles, sino también cortar los flujos logísticos y financieros que sostienen a estas organizaciones. El señalamiento de los “puentes aéreos” apunta a un entramado transnacional que involucra a Venezuela, Honduras, Guatemala y México, y que constituye, según Washington, el eje de las operaciones de narcotráfico hacia Norteamérica.
Con esta nueva fase, la Casa Blanca envía un mensaje claro: no habrá tolerancia frente a los jefes del narcotráfico ni hacia los gobiernos o funcionarios que los amparen.







