Un espectáculo en el restaurante Andrés DC, ubicado en la concurrida zona rosa de Bogotá, terminó en emergencia la noche del 5 de septiembre. Una máquina diseñada para lanzar humo falló de manera repentina y comenzó a expulsar chispas encendidas, alcanzando a varias personas que disfrutaban del evento.
El incidente dejó al menos nueve heridos con quemaduras superficiales en diferentes partes del cuerpo, incluyendo rostro, brazos y espalda. Algunos también reportaron daños en su ropa e incluso pérdida de cabello debido al contacto con las partículas incandescentes.
El hecho no solo generó alarma entre los asistentes, sino que también abrió un debate sobre la seguridad en lugares de entretenimiento, donde el uso de efectos especiales se ha convertido en un atractivo frecuente. Autoridades locales y expertos en prevención analizan ahora la necesidad de reforzar las medidas de control y supervisión para evitar que situaciones similares se repitan en otros espacios de alta afluencia.
El restaurante lamentó lo sucedido en un comunicado y aseguró que suspendió el uso de todas las máquinas de humo mientras se realiza una revisión técnica. El objetivo, dijeron, es garantizar la seguridad de sus comensales y del personal.
La Alcaldía y los organismos de control investigan si hubo incumplimiento en los protocolos para el manejo de pirotecnia y efectos especiales en espacios cerrados. El caso podría sentar un precedente para la regulación de espectáculos en Bogotá.