El plan presentado por el expresidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra en Gaza se encuentra en fase de análisis por parte de Hamás, que inició este martes una ronda de consultas internas entre sus líderes políticos y militares, tanto en Palestina como en el exterior. De acuerdo con una fuente cercana al movimiento, la respuesta será consensuada y representará también a otras organizaciones de la resistencia palestina.
La propuesta contempla un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes israelíes en un plazo de 72 horas, el desarme gradual de Hamás y una retirada escalonada de las tropas israelíes desplegadas en la Franja de Gaza. Además, plantea la creación de una autoridad de transición internacional dirigida por Trump junto al ex primer ministro británico Tony Blair, respaldada por una fuerza multinacional temporal que tendría como misión garantizar la estabilización del enclave.
En Catar, la delegación negociadora de Hamás declaró que revisará el documento de manera “responsable” y confirmó que en los próximos días sostendrá reuniones con representantes de Turquía y otros países mediadores para evaluar los alcances del plan.
La iniciativa ha generado reacciones encontradas en Israel. Mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu expresó su apoyo, aunque advirtió que el ejército mantendrá una presencia militar significativa en Gaza y reiteró su rechazo a la creación de un Estado palestino, el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich criticó duramente la propuesta, calificándola de “fracaso diplomático estrepitoso”.
Trump, por su parte, defendió su plan señalando que el anuncio representa “uno de los días más grandiosos en la civilización” y aseguró que Washington mantendrá un respaldo total a Israel si Hamás rechaza el acuerdo. En paralelo, países europeos como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, así como Rusia, Egipto y Catar, manifestaron su apoyo a la propuesta, viéndola como una oportunidad para frenar la escalada de violencia.
Sin embargo, la realidad sobre el terreno sigue siendo crítica. El mismo martes, bombardeos israelíes se intensificaron en Ciudad de Gaza, donde se reportaron múltiples víctimas civiles. Según el Ministerio de Salud de Gaza, con cifras avaladas por la ONU, el conflicto ha dejado más de 66.000 palestinos muertos desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, un saldo que refleja la magnitud humanitaria de la crisis.
La comunidad internacional observa con atención el desenlace de esta propuesta, que podría marcar un punto de inflexión en la guerra o convertirse en un nuevo capítulo fallido en los intentos de alcanzar la paz en Medio Oriente.







