“Detrás de esta ola de violencia está el crimen organizado”: Inpec
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) atraviesa una de las etapas más críticas de los últimos años. En lo corrido de 2025, la institución ha enfrentado una serie de ataques que han dejado ocho funcionarios asesinados, sumándose a los diez homicidios registrados durante el año anterior.
El director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, aseguró que los recientes hechos violentos tienen un mismo origen: el crimen organizado. Según explicó, la modalidad de los ataques —sicarios en moto, armas automáticas y disparos indiscriminados— demuestra la existencia de un plan sistemático de intimidación, conocido en el país como plan pistola.
“Estamos de luto porque, en solo nueve días, han asesinado a cuatro de nuestros funcionarios y cinco más resultaron heridos. En total, ocho homicidios en lo que va del año. Incluso, un médico fue asesinado la semana pasada en Cali”, lamentó Gutiérrez en entrevista.
El director explicó que estos ataques buscan sembrar miedo y presionar al sistema penitenciario colombiano, ya que en las cárceles del país operan múltiples estructuras criminales provenientes de regiones como la Costa, el Pacífico, el Valle, Cauca, Nariño y Antioquia. Aunque no se ha identificado a un grupo responsable, ni circulan panfletos adjudicando los crímenes —como sí ocurrió con organizaciones como “Los Mago” o “La Inmaculada”—, Gutiérrez insistió en que todo apunta a una acción coordinada del crimen organizado.
“Sería irresponsable señalar un grupo sin evidencia, pero los patrones son claros: estamos ante una estrategia de intimidación contra la institución”, recalcó.
Ante esta situación, el Inpec y las autoridades judiciales activaron una respuesta nacional, incluyendo operativos de requisa en centros penitenciarios, donde se incautaron más de 1.200 celulares, 2.200 Simcards y cerca de 1.000 armas cortopunzantes. Además, se creó un grupo especial de investigación entre la Policía y el CTI de la Fiscalía para identificar a los responsables materiales e intelectuales, así como posibles redes de corrupción interna.
El coronel Gutiérrez definió los últimos años como “dos años muy difíciles” para la institución, marcados por la violencia, el duelo y la amenaza constante contra sus funcionarios. Sin embargo, reiteró el compromiso del Inpec de continuar enfrentando las estructuras delictivas que operan desde los centros de reclusión del país.







