Consternación y dudas rodean la muerte de Leidy Vanessa Benítez Lobón, una joven militar de 24 años que falleció el pasado jueves 16 de octubre tras caer del piso 18 de un edificio en el barrio Torices, en Cartagena. Aunque las primeras versiones oficiales apuntan a un posible suicidio, su familia rechaza rotundamente esta hipótesis y pide una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
Su madre, Yuli Lobón, relató con profunda tristeza los últimos minutos de vida de su hija. En entrevista reveló que la tragedia ocurrió mientras hablaban por teléfono. “Leidy era una joven sin problemas mentales, sin trastornos, solo estaba dedicada a cumplir sus sueños”, afirmó, negando que su hija tuviera motivos para acabar con su vida.
De acuerdo con su testimonio, Leidy Vanessa se encontraba prestando servicio militar en Bogotá, ciudad de la que era oriunda, pero había viajado a Cartagena aprovechando un permiso otorgado por su batallón desde el 12 de octubre. Era apenas su segunda visita a la ciudad. En esta ocasión, decidió hospedarse en el apartamento de una amiga que había conocido meses atrás, donde también vivían un ciudadano chileno y otra mujer.
Durante su estancia, mantenía comunicación constante con su madre, informándole sobre sus planes y compañía. Sin embargo, la noche del 16 de octubre algo extraño ocurrió. “Cuando mi hija me hace la última llamada, siento que estaba agitada, y de repente escuché como un forcejeo, como si alguien la estuviera agarrando. De pronto se cortó la llamada y, cuando intenté volver a marcar, ya no me contestó”, narró Yuli, entre lágrimas.
Quince minutos después, la madre recibió una llamada desde el mismo número de su hija. Era la amiga con la que Leidy se alojaba, quien le comunicó que la joven “se había tirado del piso 18 del edificio”.
La familia no cree en la versión del suicidio. Para ellos, hay inconsistencias que deben esclarecerse, sobre todo por las circunstancias de la llamada y las personas que estaban presentes en el apartamento. “Ella no tenía razones para tirarse. Era una chica alegre, disciplinada y con muchos sueños. Quería convertirse en suboficial del Ejército Nacional”, expresó su madre.
Yuli ha manifestado su intención de reunirse con las personas que estaban con Leidy esa noche, incluida la amiga y su pareja, para conocer sus versiones y entender qué ocurrió realmente. Mientras tanto, pide a las autoridades judiciales avanzar en la investigación sin descartar ninguna hipótesis.
El caso ha generado indignación y solidaridad en redes sociales, donde cientos de usuarios exigen justicia y acompañan el dolor de la familia Benítez Lobón, que hoy solo busca una respuesta ante la repentina y misteriosa muerte de su hija.







