El Gobierno venezolano ordenó este martes la movilización de alrededor de 200.000 militares en todo el país, en el marco de unos ejercicios de preparación destinados a contrarrestar lo que califican como “amenazas imperiales” por parte de Estados Unidos. La medida fue anunciada por el Ministerio de Defensa y coincide con la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de la flota estadounidense, a aguas latinoamericanas, un movimiento que ha intensificado la ya tensa relación entre Washington y Caracas.
El despliegue ocurre en un contexto en el que las Fuerzas Armadas estadounidenses han ejecutado desde finales de agosto una serie de operaciones orientadas —según su versión— a frenar el narcotráfico procedente de Colombia y Venezuela. Estos operativos, de acuerdo con datos de Washington, han dejado 75 muertos y más de veinte embarcaciones destruidas.
Desde la administración de Nicolás Maduro se sostiene que estas acciones formarían parte de un plan más amplio para “derrocar” al presidente venezolano. El ministro de Defensa, Vladímir Padrino López, aseguró que el país ha activado casi 200.000 efectivos en todas las regiones, sin afectar las labores habituales del Comando Estratégico Operacional. “Este despliegue no interrumpe nuestras tareas diarias; seguimos enfrentando todas las amenazas con firmeza”, declaró.
Los ejercicios militares, que incluyen el uso coordinado de capacidades terrestres, aéreas, navales, fluviales y sistemas misilísticos, iniciaron el martes a las 04:00 hora local. Según indicó Padrino López en una publicación en Instagram, las maniobras se extenderán hasta el miércoles, con el objetivo de evaluar la respuesta operativa del país ante posibles escenarios de confrontación derivados del aumento de la presencia militar estadounidense en la región.







