Mujeres de los barrios Fundadores, Chimila I, Luis R. Calvo, Divino Niño y diferentes sectores de Ciudad Equidad participaron en una serie de jornadas pedagógicas orientadas a fortalecer la prevención de la violencia de género y la defensa de los derechos de la población femenina. La iniciativa, impulsada por la Gobernación del Magdalena en alianza con organizaciones comunitarias, tuvo como finalidad brindar información clara, accesible y práctica sobre cómo identificar situaciones de riesgo y responder adecuadamente frente a casos de violencia.
Estas actividades fueron lideradas por la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género, con el acompañamiento de la organización Orima y la Asociación de Padres de Familia de Hogares Comunitarios San Fernando 2. Ambas entidades desempeñaron un papel fundamental en la organización de los espacios, desde la logística hasta el desarrollo de las dinámicas grupales, garantizando que todas las participantes pudieran comprender los contenidos y relacionarlos con su entorno cotidiano.
Durante las sesiones, las funcionarias encargadas explicaron las distintas manifestaciones de violencia —física, sexual, psicológica y económica— y ofrecieron herramientas para reconocerlas y actuar oportunamente. A través de ejercicios participativos, las mujeres analizaron casos reales y situaciones frecuentes en la vida diaria, lo que facilitó la apropiación de los conocimientos. Además, se socializaron las rutas institucionales de atención y los mecanismos de denuncia disponibles en el distrito y el departamento, permitiendo que las asistentes conocieran cómo acceder a servicios de protección, acompañamiento psicosocial y asesoría jurídica.
Cada participante recibió material educativo institucional diseñado para reforzar los aprendizajes y servir como guía en la reproducción de los mensajes de prevención dentro de sus hogares y comunidades. Este componente de multiplicación del conocimiento busca generar un impacto más amplio, fortaleciendo las redes de apoyo locales y promoviendo comunidades más informadas y preparadas para actuar frente a situaciones de riesgo.
De esta manera, las jornadas no solo brindaron herramientas individuales, sino que también contribuyeron a la construcción de entornos más seguros mediante el trabajo colectivo y la articulación comunitaria, elementos esenciales para la protección de los derechos de las mujeres en Santa Marta.







