En un giro histórico de la política exterior estadounidense, el presidente Donald Trump firmó este lunes por la tarde una orden ejecutiva que pone fin al programa de sanciones de Estados Unidos contra Siria, con excepción de aquellas dirigidas contra el expresidente Bashar al-Assad y sus círculos cercanos. La decisión representa el mayor alivio económico impuesto por Washington sobre Damasco en más de cuatro décadas.
La Casa Blanca confirmó la medida tras meses de especulación desde que el propio Trump anunciara, durante un viaje a Oriente Medio en mayo, su intención de levantar “todas las sanciones” al país tras la formación de un gobierno de transición liderado por Ahmed al-Sharaa, quien asumió el poder tras la caída del régimen de Assad en diciembre.
“La orden eliminará las sanciones contra Siria, pero mantendrá las sanciones contra el expresidente Assad, sus asociados, violadores de derechos humanos, narcotraficantes, personas vinculadas a actividades con armas químicas, ISIS y sus afiliados, y representantes iraníes”, precisó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Fin de una era de aislamiento
Siria ha estado sometida a algún tipo de sanción estadounidense desde 1979, cuando fue designada como Estado patrocinador del terrorismo. Durante el régimen de Assad, las restricciones se endurecieron sustancialmente, especialmente por su represión durante la guerra civil y el uso de armas químicas.
Pero con la derrota definitiva del régimen en diciembre —cuando grupos rebeldes liderados por Sharaa entraron a Damasco tras 13 años de conflicto—, Estados Unidos ha comenzado a redefinir su postura hacia el país. Las sanciones personales contra Assad se mantendrán, pero la orden ejecutiva abre las puertas a una nueva etapa diplomática y comercial.
El Departamento del Tesoro ya había emitido en junio directrices para revertir restricciones impuestas a bancos, aerolíneas y empresas vinculadas al nuevo gobierno. Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, estas medidas buscan “fomentar nuevas inversiones” en un país devastado por la guerra.
“Como prometió el presidente Trump, el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado están implementando autorizaciones para fomentar nuevas inversiones en Siria”, dijo Bessent. “Esperamos que las acciones de hoy encaminen al país hacia un futuro brillante, próspero y estable”.