En un esfuerzo por contrarrestar los delitos de extorsión y secuestro que afectan a distintas regiones del país, el Gaula Militar y el Gaula de la Policía desplegaron en Santa Marta una masiva jornada de prevención y acercamiento con la comunidad. La actividad, que reunió a más de 650 personas entre comerciantes, turistas y residentes, buscó fortalecer la cultura de la denuncia y brindar herramientas prácticas para reconocer y enfrentar las modalidades empleadas por los grupos delincuenciales.
Las acciones incluyeron la instalación de puntos de control en sectores estratégicos de la ciudad, acompañados de campañas pedagógicas que explicaban cómo operan los extorsionistas, qué señales de alerta debe tener en cuenta la ciudadanía y cuáles son los canales oficiales para reportar los casos. Además, se realizaron verificaciones de antecedentes y registros preventivos en zonas de alta afluencia, con el fin de brindar un mayor sentido de seguridad tanto a la población local como a los visitantes.
El eje central de la estrategia fue la campaña institucional “Yo No Pago, Yo Denuncio”, una consigna que busca desmontar la idea de ceder ante las exigencias de los delincuentes y, en cambio, promover el uso de la línea nacional 147 del Gaula, disponible las 24 horas del día. Las autoridades resaltaron que la denuncia oportuna permite salvar vidas, proteger patrimonios y, sobre todo, debilitar las estructuras criminales que se nutren del miedo ciudadano.
Durante el encuentro también se entregó material pedagógico y se sostuvieron diálogos directos con comerciantes, transportadores y líderes comunitarios, sectores que suelen ser blanco frecuente de intimidaciones. Según las autoridades, este tipo de acercamientos no solo sirven para prevenir el delito, sino que también consolidan una relación de confianza entre instituciones y ciudadanía, considerada clave para la seguridad de la ciudad.
El Gaula Militar y el Gaula de la Policía reafirmaron que estas jornadas continuarán realizándose de manera periódica en la capital del Magdalena, con el respaldo de las autoridades locales y la articulación de diferentes estrategias de seguridad. La meta es convertir a Santa Marta en un territorio menos vulnerable frente a delitos de alto impacto, donde la participación activa de la comunidad sea el principal escudo contra la criminalidad.