El 19 de septiembre de 2024 quedó grabado como un día de luto para el humor colombiano. Esa fecha marcó la partida de Fabiola Posada, más conocida como la Gorda Fabiola, una de las comediantes más queridas y recordadas de la televisión nacional. Su espontaneidad, carisma y estilo inconfundible la convirtieron en un ícono del humor, dejando una huella imborrable en varias generaciones de colombianos.
Un año después de su fallecimiento, su esposo y compañero de vida, Nelson Polanía, ‘Polilla’, junto a su hijo David, participaron en el programa Distinto pódcast para rendirle homenaje y compartir recuerdos íntimos. Allí, revelaron detalles conmovedores sobre los últimos días de la humorista y una advertencia muy particular que ella misma dejó antes de morir.
Según contó David, su madre parecía haberse preparado para su despedida. Días antes de fallecer, decidió arreglarse con la dedicación de siempre: se hizo las uñas, se retocó las extensiones y se puso pestañas, como si intuyera que esa sería su “última presentación”. “Ella estaba hermosa, divina, y quizás ya se estaba alistando para ese momento”, recordó su hijo.
Polilla, entre la nostalgia y la sonrisa, compartió la advertencia que Fabiola le hizo en tono de humor, pero con total seriedad: que no la dejara ver en público sin maquillaje. “Me advirtió que si llegaba a mostrarla mal arreglada, me iba a halar las patas. Ella decía que, así como en los velorios miraba a otros, quería que la última vez que la gente la viera, estuviera impecable, porque era su última presentación”, contó el comediante.
La Gorda Fabiola partió dejando risas, recuerdos y una marca indeleble en el entretenimiento colombiano. Su legado no solo vive en la memoria de millones de televidentes, sino también en las anécdotas familiares que siguen mostrando su chispa única, incluso en los momentos más difíciles.