La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó la condena de 119 meses de prisión contra José Elías Melo Acosta, expresidente de Corficolombiana, por su papel en el escándalo de corrupción de Odebrecht. El tribunal lo halló responsable de los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y cohecho por dar u ofrecer, confirmando así la decisión en segunda instancia del Tribunal Superior de Bogotá.
La pena, que inicialmente había sido fijada en 141 meses por el Juzgado 14 Penal del Circuito de Bogotá, fue reducida por el Tribunal Superior a 119 meses, cifra que quedó en firme con la decisión de la Corte Suprema. El caso está ligado al contrato de la Ruta del Sol tramo 2, adjudicado a un consorcio integrado por la Constructora Norberto Odebrecht S.A., Odebrecht Investimentos EM Infraestructura LTDA, Episol S.A. (filial de Corficolombiana) y CSS Constructores S.A.
De acuerdo con la investigación, Luiz Antonio Bueno Junior, expresidente de Odebrecht en Colombia, negoció junto con el exviceministro de Transporte Gabriel Ignacio García Morales el pago de un soborno de 6,5 millones de dólares para asegurar la adjudicación de la obra. La Corte determinó que Melo, en calidad de presidente de Corficolombiana, estuvo plenamente informado de estas gestiones y de la utilización de contratos ficticios para canalizar el dinero ilícito. Aunque Odebrecht asumió inicialmente el desembolso, Corficolombiana se comprometió a reembolsar la parte correspondiente a su filial una vez se concretara el contrato.
La defensa de Melo había interpuesto un recurso de casación, alegando deficiencias en la valoración de pruebas, pero el alto tribunal concluyó que el testimonio de Bueno Junior era consistente y estaba respaldado por otros elementos probatorios. Según el fallo, las sindicaciones en contra del expresidente de Corficolombiana “se muestran sólidas” y revelan su anuencia frente al pago del soborno.
El pronunciamiento también hizo referencia a los sobrecostos cobrados por la Concesionaria Ruta del Sol S.A.S., los cuales fueron utilizados como mecanismo de compensación para cubrir los pagos ilícitos. Aunque la Corte señaló que este hecho indicaba la posible existencia de otros actos de corrupción, aclaró que la Fiscalía no profundizó en esas líneas de investigación.
Finalmente, la corporación judicial explicó que no había lugar a pronunciarse sobre la petición de prisión domiciliaria presentada por la defensa, ya que Melo Acosta se encuentra actualmente en libertad y no existe riesgo de que este beneficio sea revocado. La ratificación de la condena, sin embargo, representa un nuevo capítulo en el extenso caso Odebrecht, que continúa revelando la magnitud de la corrupción en torno a la contratación de infraestructura en Colombia.







