Colombia será protagonista de un fenómeno astronómico sin precedentes: el eclipse solar más largo de los últimos 12.000 años, de acuerdo con los informes más recientes de la NASA. El evento, que está previsto para el año 2186, podrá observarse no solo desde el territorio colombiano, sino también en Venezuela y Guyana, convirtiéndose en uno de los espectáculos celestes más impresionantes que la humanidad haya registrado.
Según los cálculos de la agencia espacial estadounidense, la duración total de la oscuridad será de 7 minutos y 29 segundos, un tiempo extraordinariamente prolongado si se compara con la mayoría de los eclipses solares, que suelen durar apenas entre dos y cuatro minutos. Este fenómeno ocurrirá cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alineen de manera perfecta, permitiendo que el satélite natural cubra por completo la luz solar y proyecte su sombra sobre una parte específica del planeta.
La trayectoria del eclipse recorrerá más de 2.000 kilómetros, desplazándose desde el océano Atlántico hacia la zona norte de Sudamérica. Colombia se encuentra dentro de la franja privilegiada de visibilidad, por lo que gran parte de su territorio podrá experimentar el oscurecimiento del día y el resplandor del anillo solar que caracteriza este tipo de eventos. Para los científicos, se tratará de un acontecimiento único que marcará un antes y un después en los registros de la observación astronómica.
Aunque aún faltan 160 años para que este eclipse ocurra, los expertos ya consideran que será uno de los fenómenos naturales más estudiados y documentados del futuro. La NASA indicó que, gracias a los avances tecnológicos, será posible observarlo y analizarlo desde múltiples plataformas, tanto en la Tierra como desde el espacio. Este tipo de investigaciones permite entender mejor el comportamiento de la luz solar, la dinámica orbital de la Luna y los efectos atmosféricos que se producen durante un eclipse total.
No obstante, la agencia recordó la importancia de tomar precauciones visuales. Nunca debe observarse el Sol directamente sin la protección adecuada, pues esto puede causar daños permanentes en la retina. Para disfrutar de manera segura del espectáculo, se deben usar gafas de eclipse certificadas o dispositivos de proyección solar que filtran la radiación. “Las gafas de sol normales no son seguras. Solo los filtros solares especiales protegen la vista durante la fase parcial del eclipse”, explicó la entidad.
La NASA también recomienda convertir este tipo de eventos en oportunidades educativas, fomentando el interés por la ciencia, la astronomía y la exploración espacial. Los eclipses, además de su atractivo visual, permiten estudiar fenómenos como la temperatura atmosférica, los cambios en la luz ambiental y la conducta de los animales durante los momentos de oscuridad total.
A pesar de que ninguno de los actuales habitantes del planeta llegará a presenciar el eclipse de 2186, los astrónomos subrayan que la anticipación de este evento representa un hito en la precisión científica. Poder calcular con exactitud cuándo y dónde ocurrirá demuestra el nivel de conocimiento alcanzado sobre los movimientos celestes y la estructura del sistema solar.
Así, el eclipse más largo de la historia no solo promete un espectáculo majestuoso para las futuras generaciones, sino que reafirma la curiosidad y la capacidad humana de mirar más allá de su propio tiempo, buscando comprender los misterios del universo que nos rodea.







