Una presunta amenaza de bomba obligó la evacuación total de la Universidad Católica de Colombia, en Bogotá, luego de que docentes y estudiantes recibieran un mensaje institucional que ordenaba desalojar con calma y suspender las clases de manera inmediata para continuar en modalidad remota.
El aviso encendió las alarmas entre la comunidad educativa y activó la respuesta de las autoridades, que desplazaron hacia el campus unidades del escuadrón antiexplosivos de la Policía, funcionarios del CTI, personal de la Policía Militar y ambulancias para atender la emergencia y verificar la posible presencia de un artefacto. El punto de encuentro y operación inicial fue el Centro de Convenciones de la institución.
Tras una revisión exhaustiva en las cuatro sedes de la universidad, la Policía Nacional confirmó que no se hallaron elementos explosivos y descartó la existencia de un riesgo real, señalando que el hecho habría surgido como un “mensaje de pánico” entre estudiantes.
A pesar de la tranquilidad que generó el reporte oficial, la Universidad Católica informó mediante comunicado que las clases seguirán suspendidas hasta que las autoridades garanticen plenamente la seguridad para el retorno a actividades normales. Asimismo, destacó que la evacuación se realizó siguiendo los protocolos internos de emergencia y con el acompañamiento de los organismos especializados encargados de proteger la integridad de toda la comunidad académica.







