Un nuevo hecho de violencia se registró en el municipio de Tibú, Norte de Santander, donde un enfrentamiento entre tropas del Ejército y el frente 33 de las disidencias de las Farc dejó como saldo la muerte del soldado Andrés Miguel García Montes. El uniformado, oriundo de Planeta Rica (Córdoba), completaba dos años y diez meses de servicio cuando perdió la vida en cumplimiento de sus labores en esta zona históricamente afectada por la presencia de grupos armados.
De acuerdo con el reporte de la Fuerza de Tarea Vulcano, adscrita a la Segunda División del Ejército, las unidades del Batallón de Operaciones Terrestres N.° 11 realizaban actividades operacionales en un área rural de Tibú cuando fueron atacadas por integrantes del grupo armado ilegal. En medio del combate, García Montes resultó mortalmente herido.
La institución lamentó profundamente la muerte del militar y envió condolencias a sus familiares, asegurando que un equipo especializado ya acompaña a la familia en este momento de dolor. En un comunicado oficial, el Ejército destacó el compromiso del soldado y reiteró que sus acciones continuarán en la región para garantizar la seguridad de la población.
Por su parte, el comandante general de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, expresó su rechazo frente al ataque y exaltó la labor del uniformado. “Mi más profundo agradecimiento a nuestro soldado profesional por entregar lo más valioso que tenemos, la vida. Este crimen no quedará impune; las tropas permanecen en la zona para ubicar a los responsables y seguir protegiendo a los habitantes del Catatumbo”, afirmó.
Las operaciones militares se mantienen activas en el área, donde horas antes se había reportado un golpe contra estructuras vinculadas al Eln. Según el Ejército, fueron destruidos siete laboratorios de procesamiento de droga y dos semilleros de cultivos ilícitos ubicados en zonas rurales de Tibú y El Zulia. Las autoridades destacaron que estas instalaciones pertenecían al Frente de Guerra Oriental del Eln y su neutralización representaría una afectación económica cercana a los COP 2.672 millones, además de impedir la salida de aproximadamente 405.000 dosis de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos.
Con estos hechos, la situación en el Catatumbo continúa siendo compleja, mientras las operaciones militares buscan frenar la expansión de los grupos armados y sus economías ilegales en la región.







