La décima edición de Magdalena Crece concluyó con un fuerte mensaje dirigido al empresariado regional: la tecnología, la innovación y la capacidad de adaptación serán determinantes para garantizar un progreso sostenible en el departamento. El evento, realizado en el Hotel Estelar Santamar, reunió a líderes empresariales, emprendedores y expertos que compartieron visiones, experiencias y estrategias para competir en un mundo cada vez más digitalizado.
Durante la jornada, Manuel Julián Dávila, CEO del Grupo Daabon, y Sebastián Ruales Duque, CEO y cofundador de Bia Energy, participaron en el panel Jugadas Maestras: Decisiones que marcan el rumbo, donde reflexionaron sobre los retos globales, la transformación empresarial y el papel decisivo de la inteligencia artificial. Ambos insistieron en que los empresarios deben trabajar con pasión, mantener la mirada puesta en las oportunidades y apoyarse en la tecnología como herramienta para competir en “una cancha mundial”.
La Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena también tuvo un papel destacado en el evento. Ana Rodríguez, jefe de Fortalecimiento Empresarial, y Andrés Vives Calle, director de Desarrollo Competitivo, presentaron los avances de la Ruta C, programa insignia de la entidad, recientemente reconocido con el registro de signo distintivo No. 4 otorgado por la Superintendencia de Industria y Comercio. Durante la clausura, se entregaron exaltaciones a emprendedores que sobresalieron por su crecimiento dentro de esta estrategia.
Uno de los momentos centrales fue la conferencia de Sebastián Ruales, titulada Visión 360: estrategia, innovación y tecnología. Allí relató cómo Bia Energy, fundada en 2022 y hoy operando en más de 230 ciudades del país, ha logrado consolidarse como una empresa que transforma la energía en un insumo estratégico. Con más de 3.500 clientes corporativos —entre ellos Davivienda, IKEA, KFC, Farmatodo, Femsa y Falabella— la compañía gestiona entre 45 y 50 gigavatios hora al mes, cifra equivalente al consumo de una ciudad como Pereira.
Ruales destacó que Bia Energy avanza hacia un modelo AI-first, en el que la inteligencia artificial se integra a todas las áreas de la compañía: desde la instalación de medidores guiada por agentes virtuales, hasta la automatización de contratos y cierres comerciales ejecutados por bots. “No es un equipo de IA, es toda la empresa funcionando con IA; quien no se adapte, no puede correr al ritmo de la organización”, afirmó.
En el panel, Dávila y Ruales abordaron las exigencias de un mercado globalizado donde la competencia se dinamiza con productos innovadores, certificaciones orgánicas y precios agresivos. Frente a ello, Dávila fue enfático al señalar que las relaciones humanas siguen siendo el eje central de los negocios. Sostuvo que el precio “es solo un número” y que los emprendedores deben comprender qué motiva al cliente a comprar y por qué está dispuesto a pagar lo que paga. “No todo es el precio; los negocios se sostienen en las relaciones bien construidas”, aseguró.
Ruales, por su parte, llamó la atención sobre la urgencia de que los empresarios y trabajadores colombianos desarrollen competencias tecnológicas y lingüísticas. Advirtió que, así como el déficit de dominio del inglés ha frenado la competitividad, ignorar el avance de la inteligencia artificial podría tener un costo aún mayor. “La oportunidad está abierta para todos: podemos competir en energía, en datos y en analítica al mismo nivel que empresas de Bogotá o Singapur, pero hay que subirse al bus de la tecnología ya”, señaló.
En la sección final del panel, ambos invitados compartieron las llamadas “jugadas maestras” que han marcado sus trayectorias. Dávila afirmó que el éxito no surge de una sola acción, sino de múltiples decisiones articuladas por un propósito claro. Recordó casos como la Marina de Santa Marta, proyecto que surgió para suplir una necesidad evidente en una ciudad costera y que hoy es uno de sus espacios más representativos. “Hay que hacer lo que hace falta; Santa Marta es un territorio de oportunidades porque queda mucho por desarrollar”, expresó.
Ruales añadió que sus jugadas maestras han sido el ejemplo y el talento, comparando la inspiración empresarial con la influencia del atleta Usain Bolt en Jamaica. “Se inspira ganando medallas, no dando discursos. Entre más resultados tengamos, más gente se anima a correr detrás de sus metas”, dijo. También invitó a los emprendedores a rodearse de equipos exigentes que impulsen su crecimiento.
Con estas reflexiones, Magdalena Crece cerró su décima versión reafirmando que el futuro del departamento dependerá de la capacidad de sus empresarios para innovar, adaptarse y construir proyectos que respondan a las necesidades reales del territorio.







