Los familiares de una niña indígena de apenas un año de edad que falleció la noche del pasado lunes 11 de marzo en la comunidad de Sarulomana, ubicada en el kilómetro 87 vía Carraipía, señalan a Asocabildos IPSI de no haber prestado la debida atención y hospitalización inmediata a la pequeña, quien presentaba un prolongado cuadro diarreico y gastroenteritis de presunto origen infeccioso.
Es por ello que ante esta tragedia que enluta a una familia y a una comunidad de Maicao, perteneciente a la organización indígena Wayuunaiki, su representante legal Jhon Salinas González está exigiendo una explicación de la Asociación de Cabildos y/o Autoridades Tradicionales de La Guajira Asocabildos I.P.S.I., institución prestadora de servicios de salud de porqué la menor no fue atendida oportunamente ante la gravedad de su condición de salud, pues tenía siete días continuos con diarrea, vómito, fiebre y dificultad para respirar y aun así las dos veces que su madre la llevó al centro asistencial no la dejaron hospitalizada.
Salinas González refirió que se ha estado tratando de comunicar vía telefónica con los directivos de Asocabildos I.P.S.I. pero no le atienden la llamada. “Nos duele profundamente la pérdida de una de nuestras niñas, de una hija de nuestra comunidad, debido a la evidente negligencia médica, por eso también elevaremos nuestra queja por esta situación ante los organismos de salud a nivel nacional y regional”, aseveró el representante legal de la organización indígena Wayuunaiki.
Resulta importante destacar que la madre de la menor la llevó el 19 de febrero a la clínica porque tenía diarrea, para ese entonces pesaba 9.6 kilogramos, le indicaron tratamiento y la enviaron a su casa. El 4 de marzo nuevamente su mamá vuelve a llevarla a Asocabildos, porque seguía con la diarrea, vómitos y fiebre. Allí solo le hacen exámenes de laboratorio y a pesar de que tenía un diagnóstico de deshidratación leve, además de los siete días de evolución diarreica, solo la dejaron tres horas internada y la enviaron para su casa con tratamiento. Para esa fecha ya había perdido 800 gramos de peso.
Hizo hincapié Salinas González en que causa indignación, porque la madre llevó a la niña oportunamente para que recibiera atención médica, primero el 19 de febrero y se la devuelven, la volvió a llevar el 4 de marzo, le hacen unos exámenes y la devuelven nuevamente cuando era evidente la gravedad de la infante, por ello sus familiares tuvieron que armar un alboroto para que pudieran hospitalizarla, pero lamentablemente la enfermedad había avanzado y el cuerpito de esta pequeña hija de Sarulomana no soportó más y falleció.
“Si hubiera sido atendida y tratada como necesitaba, esto no hubiera pasado”, recalcó, apuntando que es necesario que se supervise a Asocabildos IPSI para que ninguna otra familia tenga que pasar por el dolor de perder un ser querido motivado a la negligencia de quienes laboran en ese centro de salud.