Aunque la reactivación de los ferrocarriles comenzó en los anteriores dos gobiernos, el actual le ha dado un impulso vigoroso y tiene metas ambiciosas: disminuir los costos logísticos en 25%, reducir la huella de carbono y generar más de 30.000 empleos.
“La reactivación férrea pasó de ser un plan a una realidad”, dijo Francisco Ospina, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, luego de que esa entidad publicara los pliegos para la primera iniciativa pública que busca concesionar la construcción, rehabilitación, mejoramiento, operación y mantenimiento del corredor La Dorada-Chiriguaná por un plazo de 10 años, con una inversión de $3,4 billones.
El plan es ambicioso y busca generar 32.000 empleos directos e indirectos, reducir 37.000 toneladas de CO2 al año y beneficiar a 400.000 personas de 25 municipios que comparten el corredor férreo.
La Asociación Público-Privada (APP) La Dorada-Chiriguaná constituye la columna vertebral de la reactivación férrea que impulsará la estrategia intermodal y de eficiencia logística, según los planes de la administración Petro. El objetivo: reducir hasta un 25% los costos de transporte de carga y aprovechar al máximo su complementariedad con los modos carretero, aeroportuario, fluvial y portuario.
El adjudicatario seleccionado -cuyo nombre se debería conocer en diciembre de este año, a menos que la licitación sea declarada desierta- tendrá que hacer la rehabilitación de la vía férrea y la construcción de un edificio administrativo, un centro de control de operaciones, dos talleres para el mantenimiento de los trenes y un centro de transferencia de carga. Además, tendrá que hacer mantenimiento y reparación del material rodante.
“El tema férreo subyace en el propósito que tiene el Gobierno de la eficiencia, la transición energética, la competitividad y la intermodalidad”, ha explicado la ministra de Transporte, María Constanza García. “Mover carga en férreo significa una reducción de 25% en los costos. Por ejemplo, un tren de Dorada a Chiriguaná reemplaza 30 camiones. Y aunque somos un país carretero, estamos apostando a lo férreo”.
Colombia cuenta con una red de 3.533 kilómetros de corredores férreos a cargo de la ANI y del Instituto Nacional de Vías, de los cuales 31% se encuentran en operación. De ellos, 1.734 km son administrados por Invías, 1.610 km por la primera y 189 km hacen parte de la red férrea privada de El Cerrejón.
“El transporte férreo es nuestra prioridad”, ha explicado el presidente Gustavo Petro. “Estamos viviendo una crisis climática y el transporte férreo es limpio. Si la fuente de energía eléctrica es limpia y es eficiente y disminuye los costos de producción –en este caso los del transporte– nos pone en otras condiciones económicas, diferentes a una incompetencia que tenemos alrededor de nuestra movilidad”.
Según el mandatario, “el transporte férreo no sustituye el camión”, sino que “simplemente cambia las rutas y las formas, ya que la movilidad es multimodal”
Pero a pesar del énfasis de la actual administración en el modo férreo, la idea de revivirlo no es nueva y los gobiernos de Juan Manuel Santos e Iván Duque dieron pasos claves en ese sentido. De hecho, la reactivación de la vía La Dorada-Santa Marta se produjo durante el gobierno Santos. Comenzó en 2013 y en 2018 quedó lista para el transporte de mercancías.
Durante el gobierno de Duque se usó para el transporte de productos como el café. Incluso, a finales de 2020 fue presentado un Plan Maestro Ferroviario, la estrategia con la que buscaba reactivar el modo férreo e impulsar la economía tras la pandemia.
Los objetivos del Plan eran similares a los del actual gobierno: establecer una hoja de ruta con los lineamientos técnicos, económicos, normativos, regulatorios e institucionales, para reactivar el modo férreo y potenciar sus ventajas competitivas.
LOS PRIVADOS SE SUBEN AL TREN
Pero lo importante es que los resultados comienzan a verse. Gracias a las inversiones por $464.000 millones realizadas desde el inicio del gobierno hasta marzo de este año -en cinco contratos suscritos por la ANI- se logró la operación y mantenimiento de los principales corredores que mueven carga: Dorada-Chiriguaná-Santa Marta que tiene el récord en movilización con 50 millones toneladas al año, y que en 2023 movilizó 30.5 millones de toneladas; y Chiriguaná-Dorada, que pasó de mover 89 mil toneladas a 190 mil toneladas.
A ello hay que sumar la operación y mantenimiento de los corredores Bogotá-Belencito y La Dorada- Chiriguaná mientras se concesionan los proyectos APP a largo plazo; y dos estudios de prefactibilidad para establecer las mejores conexiones entre Buenaventura y Bogotá Región con el corredor férreo central.
Como resultado de ello, la ANI opera 1.024 kilómetros: Bogotá-Belencito, La Dorada-Chiriguaná y Chiriguaná-Santa Marta.
En transporte de pasajeros, cada año se movilizan 450 mil usuarios entre Bogotá y las universidades de la sabana, además de 14 mil pasajeros con el Tren Navideño de Boyacá durante diciembre.