El desempleo en Colombia sigue siendo un tema preocupante. A pesar de los esfuerzos por dinamizar la economía y generar nuevas oportunidades laborales, la tasa de desocupación aumentó en enero de 2025, ubicándose en un 11,6%. Este incremento de más de dos puntos porcentuales con respecto al mes anterior refleja los desafíos que enfrenta el país en la recuperación de empleo y la estabilidad laboral.
Sin embargo, en medio de este panorama, algunas ciudades han logrado resistir mejor el impacto del desempleo. Santa Marta, por ejemplo, ha mostrado un desempeño destacado al registrar una tasa del 9,6%, lo que la ubica dentro del grupo de diez ciudades con menor desocupación en Colombia y la mejor posicionada en la Región Caribe. Este resultado le permite superar a otras capitales costeras como Barranquilla y Cartagena, donde el desempleo alcanzó el 10,3% y el 10,5%, respectivamente.
El crecimiento del empleo en Santa Marta ha estado impulsado por sectores clave para su economía, como el comercio, la reparación de vehículos y los servicios de alojamiento y comida. Estos sectores, fundamentales en una ciudad de vocación turística, han sido responsables de absorber gran parte de la mano de obra disponible, permitiendo que la ocupación aumente de manera sostenida. Sin embargo, el informe también evidencia que, aunque el empleo ha crecido, no todos los grupos de la población se han beneficiado de la misma manera.
Uno de los principales retos sigue siendo la reducción de la brecha de género en el acceso al trabajo. Aunque se ha registrado un aumento en la ocupación, los hombres han experimentado una mayor recuperación en términos laborales, con un crecimiento del 4,3%, mientras que para las mujeres el incremento ha sido del 3,6%. Esta diferencia refleja la necesidad de promover políticas que fomenten la inclusión y equidad en el mercado laboral, garantizando oportunidades igualitarias para todos los trabajadores.
Por otro lado, mientras algunas ciudades avanzan en la generación de empleo, otras continúan enfrentando dificultades significativas. Quibdó, por ejemplo, sigue encabezando la lista de las capitales con mayores niveles de desempleo, alcanzando un alarmante 30,9%. Riohacha y Florencia también presentan cifras preocupantes, reflejando la disparidad existente entre las distintas regiones del país en cuanto a oportunidades laborales.
El aumento general del desempleo en Colombia es un reflejo de los desafíos estructurales que enfrenta el país en materia económica. Factores como la desaceleración en algunos sectores productivos, la informalidad laboral y la falta de inversión en ciertas regiones han contribuido a este crecimiento en la desocupación. A pesar de que ciudades como Santa Marta han mostrado resultados alentadores, el panorama nacional sigue siendo incierto, y será fundamental que las autoridades implementen estrategias efectivas para fomentar la generación de empleo formal, mejorar la estabilidad laboral y reducir las brechas que aún persisten en el mercado laboral.
El reto ahora no es solo mantener la tendencia positiva en algunas ciudades, sino lograr que el crecimiento del empleo sea sostenido y equitativo en todo el país. La implementación de políticas públicas enfocadas en el fortalecimiento del sector productivo, el impulso a la educación técnica y profesional, y la promoción de inversiones estratégicas será clave para revertir la tendencia negativa y garantizar un futuro más estable para los trabajadores colombianos.