El empresario Felipe Miguel Rocha Medina fue condenado a seis años y dos meses de prisión tras la aprobación de un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, en el que aceptó su responsabilidad por los delitos de captación masiva y habitual de dinero del público y estafa agravada en modalidad de masa.
La juez que conoció el caso determinó además que Rocha deberá cumplir la pena en un centro carcelario, negando la solicitud de prisión domiciliaria presentada por su defensa.
Según la investigación, el empresario lideró una red de inversión fraudulenta que funcionaba bajo la apariencia de un fondo ganadero, con el que prometía utilidades de hasta el 30 % a quienes invirtieran en la compra y cría de ganado. Sin embargo, los recursos nunca se destinaron a ese propósito y los inversionistas no recibieron las ganancias ofrecidas.
El fraude dejó pérdidas superiores a 36.848 millones de pesos y afectó a más de 90 personas, entre ellas empresarios e inversionistas de alto perfil económico en la capital del país.
Como parte del acuerdo judicial, Rocha se comprometió a restituir 16.224 millones de pesos a los afectados, dinero que será administrado mediante una fiducia mercantil. Además, la juez impuso una multa equivalente a 209.253 salarios mínimos legales mensuales vigentes, como sanción económica adicional.
El caso se consolida como uno de los fallos más relevantes de los últimos años en materia de fraudes financieros y captación ilegal de dinero, por el alcance económico y el perfil de las víctimas involucradas.







