La Policía Británica de Transportes confirmó que el apuñalamiento múltiple ocurrido la noche del sábado en un tren al este de Inglaterra será investigado como un posible acto terrorista, tras dejar diez personas hospitalizadas, de las cuales nueve se encuentran en estado crítico.
El violento episodio ocurrió alrededor de las 19:40 horas locales a bordo de un tren que se dirigía a la región de Cambridge, cuando pasajeros comenzaron a reportar la presencia de un hombre armado con un cuchillo de gran tamaño. La policía acudió de inmediato al lugar, deteniendo el tren en la estación de Huntingdon, donde se desplegó un amplio operativo con decenas de patrullas y ambulancias.
“Este ataque fue declarado un incidente mayor, y la policía antiterrorista colabora en la investigación mientras se esclarecen las circunstancias del hecho”, informó la fuerza en su cuenta oficial en X.
Según testigos citados por The Times, el ataque desató escenas de pánico entre los pasajeros. Algunos intentaron esconderse en los baños, mientras otros gritaban alertando sobre el agresor. “Había sangre por todas partes”, relató uno de ellos, mientras otro aseguró que vio a un hombre “corriendo con el brazo ensangrentado y gritando que tenían un cuchillo”.
La policía detuvo a dos sospechosos, quienes fueron trasladados a la comisaría para ser interrogados. En el lugar también se activó el protocolo “Platón”, una medida nacional de emergencia para responder a posibles ataques terroristas en curso, aunque más tarde fue anulada cuando se descartó una amenaza activa.
El superintendente jefe Chris Casey indicó que las autoridades trabajan para determinar el motivo detrás del ataque: “Estamos llevando a cabo investigaciones urgentes para establecer lo que ha sucedido. Este es un incidente impactante y nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familias”.
El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó lo ocurrido como un hecho “espantoso y profundamente preocupante”, y agradeció la rápida respuesta de los servicios de emergencia. Además, instó a la población a seguir las indicaciones de la policía y evitar la difusión de rumores mientras avanza la investigación.
Por su parte, la secretaria del Interior, Shabana Mahmood, confirmó la detención de los implicados y pidió al público “evitar comentarios y conjeturas en esta etapa preliminar”. Desde la oposición, el portavoz conservador Chris Philp describió el hecho como un “ataque masivo brutal” y solicitó que las autoridades informen con mayor rapidez sobre el avance de las pesquisas.
Un testigo que habló con Sky News aseguró que uno de los atacantes vestía completamente de negro, con capucha, y gritaba “¡Al suelo!” mientras blandía un cuchillo, hasta que fue reducido por la policía con una pistola táser. En redes sociales se difundieron videos donde se observa el intenso despliegue de agentes armados y patrullas movilizándose a gran velocidad hacia el lugar.
El ataque ocurre en un contexto de creciente preocupación en el Reino Unido por los delitos con arma blanca, un fenómeno que las autoridades califican como una “crisis nacional”. Aunque el país tiene una de las regulaciones más estrictas en materia de armas, los crímenes con cuchillos han aumentado de manera sostenida desde 2011. El gobierno de Starmer ha prometido reforzar los controles y la prevención, mientras los informes oficiales destacan que los asesinatos con arma blanca se redujeron un 18 % en el último año.
La policía aún no ha revelado los motivos del ataque, pero mantiene abiertas todas las líneas de investigación, incluyendo la posibilidad de que se trate de un acto de terrorismo.







