La junta directiva del Banco de la República decidió, por mayoría, mantener inalterada su tasa de interés en 9,25 % por segundo mes consecutivo. La medida, respaldada por cuatro de sus siete miembros, fue anunciada este jueves por el gerente general Leonardo Villar.
La decisión generó molestias dentro del Gobierno. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, expresó su “desacuerdo e incomodidad”, recordando que la propuesta oficial era reducir la tasa, argumentando una significativa caída en la inflación y la necesidad de impulsar sectores como la manufactura. “La tasa real supera en dos puntos el nivel neutral estimado por el propio Banco”, señaló el ministro, quien consideró apropiado comenzar a aplicar recortes en próximas reuniones.
En contraste, el Banco argumentó que, pese a la disminución de la inflación (4,8 % en junio frente a 5,1 % en mayo), aún existen riesgos macroeconómicos: incertidumbre internacional, presiones fiscales internas, y posibles alzas en el salario mínimo. Además, aunque la economía muestra señales de reactivación —con un crecimiento del 2,7 % en mayo—, el Emisor prefiere mantener una postura prudente ante la inestabilidad del entorno global y los mercados.
La junta también tomó en cuenta que las condiciones externas de financiamiento siguen siendo complejas y que las expectativas de inflación siguen por encima de la meta. Por ello, cualquier cambio futuro en la política monetaria dependerá de cómo evolucionen la inflación, la actividad económica y los riesgos internos y externos.







