El accidente que conmovió a Guarne, en el Oriente antioqueño, y que quedó registrado en un video que circuló ampliamente en redes sociales, tuvo un inesperado desenlace. La Alcaldía Municipal confirmó que el motociclista que atropelló a un niño de 7 años y luego huyó de la escena es en realidad un joven de 16 años, quien se entregó voluntariamente a las autoridades acompañado de su familia en la noche del jueves 2 de octubre.
El hecho ocurrió en pleno casco urbano del municipio y causó indignación porque el conductor, tras impactar al menor, decidió escapar en lugar de detenerse a auxiliarlo. En las imágenes se observa cómo el niño cruza la vía de manera apresurada, mientras la motocicleta, que se desplazaba a baja velocidad, no logra esquivarlo y termina arrollándolo. El menor cayó al suelo y fue rápidamente atendido por un acompañante, mientras que el motociclista, vestido con un buso blanco, aceleró y huyó del sitio pese a que varias personas intentaron detenerlo.
La situación abrió un debate público en torno a la responsabilidad compartida: por un lado, la imprudencia del niño al atravesar la calle sin precaución, y por otro, la reacción del conductor que, en lugar de asumir su responsabilidad y asistir a la víctima, decidió evadirla. Este contraste encendió las discusiones en redes sociales, dividiendo opiniones sobre quién tuvo mayor grado de culpa en el accidente.
El alcalde de Guarne, Mauricio Grisales, informó que el menor fue trasladado de inmediato al hospital local, donde recibió atención oportuna gracias a la rápida respuesta del personal médico. Allí fue estabilizado y diagnosticado con fractura en una pierna, pero su estado de salud general es estable. El mandatario municipal también resaltó que, mediante el sistema de monitoreo y control, se logró identificar con rapidez las placas de la moto, lo que permitió avanzar en la búsqueda del responsable.
La presión ciudadana y el seguimiento de las autoridades finalmente derivaron en que el adolescente se entregara junto a sus familiares. Posteriormente, ambas partes iniciaron un proceso de conciliación ante las autoridades, con acompañamiento de la Alcaldía. “Nuestra Administración acompaña a ambas familias y reitera el llamado a la prudencia en las vías”, indicó la entidad en un comunicado oficial.
Incluso el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, intervino en el debate generado por el caso. Para él, más allá de si hubo imprudencia del menor al cruzar la vía, lo verdaderamente inaceptable fue la reacción del motociclista. “Es inaceptable que este conductor atropelle a un niño y huya. Determinar responsabilidades es importante, pero aquí se ve una falta de empatía, responsabilidad y decencia”, señaló el mandatario departamental, destacando que la solidaridad y el deber de auxiliar a una víctima no deben ponerse en discusión.
Con este giro, el caso sigue bajo revisión de las autoridades competentes, mientras la comunidad de Guarne reflexiona sobre lo ocurrido. El accidente no solo puso en evidencia los riesgos de la movilidad en las calles del municipio, sino también la necesidad de reforzar la educación vial y la conciencia ciudadana frente a situaciones que, aunque fortuitas, exigen humanidad y responsabilidad inmediata.