El pasado viernes 18 de abril se reportó la muerte de María Isabel Sosa Cabeza, oriunda de RioFrío, al interior de su vivienda en el barrio San Juan, ubicado en el corregimiento de Guacamayal, jurisdicción de Zona Bananera. En un principio se pensó que el fallecimiento se habría dado supuestamente porque se suicidó bajo la modalidad de ahorcamiento.
Sin embargo, durante estos cinco días sus familiares recopilaron pruebas y testimonios de que su muerte no fue de esa manera, sino que la mujer de 41 años, que se ganaba la vida trabajando en una tienda para sostener a sus 5 hijos, al parecer, la habría asesinado a golpes su pareja sentimental, dándole un giro a este caso convirtiéndose en un feminicidio, el sexto caso en menos de 20 días en el departamento del Magdalena.
En medio del dolor y el desconsuelo, sus hermanos exigen justicia y señalan a Andrés Eloy Muñoz como el principal responsable del crimen, en complicidad con su hermano, quien hasta el momento se encuentra huyendo. “Queremos justicia, mi hermana era una gran mujer, Andrés Eloy Muñoz, le arrebató los sueños a mi hermana y la oportunidad de ver crecer a sus hijos, ahora él se fue y no sabemos nada. Ella no se merecía esto”. Finalizó el hermano de María Isabel.
Otro de sus seres queridos agregó que, “Le quitó la vida a mi hermana e hizo creer a todos que no fue él y se fue huyendo, ella no merecía esto, era una gran mujer. Ahora sus 5 hijos me preguntan por su mamá”.
Según el testimonio de su familia, ese día de su muerte la mujer se encontraba compartiendo con su pareja y una vecina en su vivienda. Pasadas unas horas, la pareja inició una discusión subida de tono, situación que incomodó a la vecina, quien decidió retirarse del lugar.
Al día siguiente, la vecina regresó para recoger su celular que había dejado olvidado. Al llegar, fue atendida por Andrés, quien le entregó el teléfono y aseguró que María Isabel estaba durmiendo en su habitación. Minutos más tarde, el mismo hombre salió corriendo a informar a los vecinos que su esposa se había ahorcado con una sábana, y reportó la situación a la Policía.
El cuerpo semidesnudo fue encontrado en la sala de la casa y presentaba múltiples golpes y heridas, además de daños en la vivienda, lo que generó sospechas entre su familia que hoy asegura, “No murió ahorcada, murió a punta de golpes”, concluyeron sus seres queridos con indignación.
Personal de la Seccional de Investigación Criminal, vinculado a la Policía del Magdalena ya está al tanto del violento caso y se espera que avancen en las labores investigativas que permitan esclarecer lo sucedido y dar con el paradero del presunto feminicida, quien abandonó el lugar en una motocicleta Auteco, línea Pulsar, de color verde.